¿De qué depende el estado de ánimo y cómo podemos mejorarlo?

¿Qué vamos a ver?​

En el vaivén de la vida cotidiana, nos encontramos navegando a través de una compleja red de emociones y estados mentales que definen nuestra experiencia diaria. En el corazón de esta red yace el estado de ánimo, un poderoso e intrincado tejido de emociones que influye en cada aspecto de nuestra vida. Desde la alegría hasta la tristeza, nuestro estado de ánimo ejerce una influencia poderosa sobre la manera en que percibimos el mundo que nos rodea y cómo nos relacionamos con él.

Pero, ¿qué entendemos realmente por estado de ánimo? ¿De qué depende esta danza emocional que experimentamos constantemente? Y, quizás lo más importante, ¿cómo podemos cultivar un estado de ánimo que nutra nuestro bienestar emocional y nos permita florecer en nuestra vida diaria?

En este artículo, desde VELARTISAN nos sumergiremos en las profundidades del estado de ánimo, desentrañando sus misterios y descubriendo las claves para mejorar nuestra experiencia emocional. Así que, si quieres saber más sobre el bienestar emocional y el estado de ánimo, ¡sigue leyendo!

¿Qué entendemos por estado de ánimo?

El estado de ánimo es el tono emocional que experimentamos en un momento dado. Se trata de una amalgama de sentimientos y emociones a través de las que dibujamos nuestra percepción del mundo y, a partir de las que moldeamos nuestra respuesta a él.

Debemos entender que, lejos de ser una una entidad estática, el estado de ánimo es un flujo dinámico de emociones que cambia a lo largo del tiempo, influenciado por multitud de factores internos y externos.

A menudo, conceptualizamos el estado de ánimo como una paleta emocional, donde los tonos pueden variar desde la máxima felicidad hasta la más absoluta tristeza, pasando por la calma o la excitación, entre otros. Estos tonos emocionales no solo afectan nuestra disposición interna, sino que también se manifiestan en nuestras expresiones faciales, lenguaje corporal y comportamientos, comunicando nuestra experiencia emocional al mundo que nos rodea.

Es importante destacar que el estado de ánimo no es lo mismo que las emociones individuales que experimentamos momentáneamente, sino más bien una síntesis más amplia de nuestro bienestar emocional en un período de tiempo más prolongado. Mientras que las emociones pueden ser fugaces y efímeras, el estado de ánimo tiende a ser más duradero y coherente, aunque no inmutable.

En última instancia, cabe destacar que se trata de pieza fundamental del rompecabezas de nuestra experiencia humana, ya que moldea nuestra percepción del mundo y nuestras interacciones con él. Al comprender mejor qué impulsa nuestro estado de ánimo y cómo podemos influir en él, podemos cultivar una mayor conciencia emocional y promover un bienestar emocional más sólido y gratificante en nuestras vidas.

¿De qué depende el estado de ánimo?

Como decíamos, el estado de ánimo está sujeto a una amplia gama de influencias que moldean su apariencia y textura. Estas provienen tanto de nuestro interior como del exterior al que nos exponemos día a día. A continuación, exploramos algunas de las principales influencias que determinan nuestro estado de ánimo:

  1. En primer lugar, nuestra biología y fisiología desempeñan un papel crucial en la regulación de nuestro estado de ánimo. Los desequilibrios hormonales, la genética y la química cerebral pueden influir en la manera en que experimentamos y procesamos las emociones. Por ejemplo, la serotonina y la dopamina, dos neurotransmisores clave, están estrechamente vinculados a nuestro estado de ánimo y bienestar emocional.
  2. Por otro lado, nuestro entorno físico y social ejerce una influencia significativa en nuestro estado de ánimo. Las experiencias positivas, como pasar tiempo con seres queridos, disfrutar de actividades gratificantes o estar en un entorno natural, pueden elevar nuestro ánimo. Por otro lado, el estrés, los conflictos interpersonales o un entorno desafiante pueden contribuir a emociones negativas como la ansiedad o la tristeza.
  3. Además, nuestras percepciones y cogniciones también desempeñan un papel importante en la configuración de nuestro estado de ánimo. Los patrones de pensamiento negativos, como la rumiación sobre eventos pasados o la preocupación por el futuro, pueden predisponernos a estados de ánimo bajos. Por el contrario, cultivar una actitud optimista y prácticas de gratitud puede fomentar emociones positivas y una mayor resiliencia emocional.
  4. Por último, pero no por ello menos importante, nuestros hábitos y estilo de vida tienen un impacto significativo en nuestro estado de ánimo. El ejercicio regular, una alimentación saludable, el sueño adecuado y la gestión efectiva del estrés pueden contribuir a un mejor bienestar emocional. Del mismo modo, el abuso de sustancias, el sedentarismo o una dieta poco saludable pueden afectar negativamente nuestro estado de ánimo y nuestra salud mental en general.

¿Cómo podemos mejorar nuestro bienestar emocional?

Existen varias estrategias para mejorar nuestro estado de ánimo y promover un mayor bienestar emocional.

Cuidado personal

El autocuidado, como mantener una alimentación saludable, hacer ejercicio regular, dormir lo suficiente y manejar el estrés, tiene un impacto positivo en nuestro estado de ánimo y salud mental. Estos hábitos promueven el equilibrio emocional y la resiliencia. Además, la aromaterapia con velas aromáticas u otro tipo de aromatizante, puede ser una excelente manera de relajarse y mejorar el bienestar emocional.

Conexiones sociales

Cultivar relaciones positivas y de apoyo con amigos, familiares y seres queridos puede proporcionar un importante amortiguador emocional durante tiempos difíciles y fomentar sentimientos de pertenencia y felicidad.

Práctica de mindfulness

La práctica de mindfulness y la atención plena pueden ayudarnos a mantenernos presentes en el momento presente, reducir la rumiación sobre el pasado o la preocupación por el futuro, y mejorar nuestra capacidad para lidiar con el estrés y las emociones negativas.

Búsqueda de ayuda profesional

Por último, en algunos casos, puede ser beneficioso buscar ayuda profesional de un terapeuta, especialmente si estamos luchando con problemas emocionales más profundos. Quienes me conocen, saben que para mi, la ayuda profesional ha supuesto en mi vida un cambio de 180º. Me ha ayudado a mejorar y a crecer como persona y a avanzar a conseguir aquello por lo que sueño. Por eso, siempre que puedo, le recomiendo a todo el mundo que inicie su proceso de terapia.

Esto es todo, espero que este artículo te haya ayudado a conocer un poco de qué depende el estado de ánimo y cómo tus emociones influyen en tu día a día. Y que este viaje hacia un estado de ánimo más equilibrado y positivo sea el comienzo de una vida más plena y gratificante para ti.